La otra cara de la moneda es Joseba Ezkurdia, tenía cerca conseguir la triple corona, pero no pudo dar su mejor versión en la final Manomanista, fue claro y sin excusas en rueda de prensa, demostranto clase de persona que es y ya tiene en mente seguir trabajando para poder disputar más finales.
Nada más ponerse delante de los micrófonos fue claro, «No he estado bien, es un golpe duro», se mostró decepciónado con su juego, pero también destacó la importancia del campeonato jugado y poder disputar una final, pese al resultado, reconoción que, «Me veía bien, con chispa, pero al empezar el partido no me he sentido bien con la pelota. Unai le ha dado otra velocidad. Tengo esa pena. Se me ha escapado fácil al principio, se me han ido dos a la izquierda, he hecho otra falta de saque y a este nivel son demasiados regalos. Luego iba de cara y yo no podía».
Ezkurdia reconoció la superioridad de su rival y que no había estado «cómodo» cuando tuvo ocasiones para hacer daño. «Él cuando saca la pelota viva le da muy bien altura, mucha velocidad. Sabía que iba a intentar tenerme atrás, pero luego cuando he podido atacarle no lo he hecho bien. Me ha dominado, ha acertado en sus jugadas. Ha sido mejor que yo y no he rendido como quería. Me voy con pena, pero esto es así», así de contundente y autocrítico fue el delantero de Arbizu.
La diferencia en el marcador fue una losa demasiado rápido: «Cuando se te va 15-5 ves que está muy difícil. Al ir al descanso sabía que si cogía el saque podía hacer daño. Pero no he hecho mi trabajo bien, con la derecha no tenía buen encuentro con la pelota y él lo hacía fácil. Damos siempre mucha importancia al saque y hoy no he acertado. El primer pelotazo no lo aprovechaba, así es difícil ganar en el mano a mano».
Pese a todo, no perdió nunca la fe, no es la primera vez que se han visto remontadas, puede haber tacadas que le dan la vueta a un partido, «Es un golpe muy duro. Sabía que para ganar tenía que hacer un buen partido y me veía en condiciones. Pero no he hecho las cosas bien, no atacaba bien la pelota. Así es difícil hacer frente a un pelotari como Laso», añadió.
También quiso ver la parte positiva, no todos los días se juega una final y este tipo de derrotas también sirven para aprender: «Toca aprender y seguir hacia adelante. La vida es así, soy afortunado de vivir este momento. Espero que esto me sirva para algo y que me queden partidos así por delante para vivir. Quiero aguantar muchos años».
Seguro que tiene nuevas oportunidades de jugar más finales, ya que es un pelotari poderoso, con mucho juego y que trabaja como el que más.