Con cinco txapelas a su espalda, dos manomanistas y tres en la jaula, el de Amezketa, Jokin Altuna, tratará de conquistar la triple corona, el próximo 3 de abril en el frontón Bizkaia Bilbao frente a Unai Laso y Ander Imaz. En ese caso, se sumaría al cuadro de honor que conforman Retegi, Irujo, Olaizola II, Arretxe, Barriola, Bengoetxea VI y Urrutikoetxea.
Altuna III:
«Si me hubiera obsesionado creo que no habría llegado a la final. Ahora solo queda entrenar bien y de allí para adelante será lo que tenga que ser»
Su primera final de parejas y la décima en un campeonato oficial de primera categoría, ¿le obsesiona?
No, si me hubiera obsesionado creo que no habría llegado a la final. Desde el primer momento, hemos afrontado el campeonato con tranquilidad y ganas, y la verdad es que todo ha salido redondo.
El pasado domingo no pudieron dar vuestra mejor versión, ¿le sembró la duda?
No, es verdad que cuando pierdes 22-06 siempre estás un poco más triste, incluso, te paras a reflexionar para ver que has hecho mal. Pero bueno, el próximo 3 de abril, jugamos otro partido y ahora solo queda entrenar bien y de allí para adelante será lo que tenga que ser.
Durante estos cuatro meses han compartido horas de entrenamiento, de viajes en coche, derrotas, victorias, sin embargo, vuestro pase a la final lo vivieron por separado ¿cómo fue eso?
En la segunda jornada cuando ganamos el segundo partido tuve la sensación de que había dado un gran paso. Sin embargo, con la derrota de Elezkano y Zabaleta frente a Laso e Imaz, me di cuenta de que quedaba mucho trabajo por hacer. Por suerte, tuvimos la suerte de meternos en la final sin ganar el tercer partido. A los cinco minutos de terminar el encuentro en el Labrit, nos hablamos. Fue una celebración diferente pero estábamos igual de felices.
En caso de que el próximo 3 de abril gane la txapela conquistaría la triple corona, ¿lo tiene en mente?
No, hoy hemos ido a entrenar y no lo he tenido eso en mente. Tengo ganas de ganar esa final pero no por hacer el triplete sino porque es una oportunidad para hacer algo bonito. Lo más importante es disfrutar de estas dos semanas y luego dar la talla en la cancha, ya veremos lo que pasa en la gran cita.
Este año ha vuelto a formar pareja con Julen Martija, ¿qué aporta Julen a la pareja?
Mucha seguridad. Al final nos llevamos muy bien y tenemos confianza el uno con el otro. Siempre que juego con él lo hago muy a gusto. Aunque nunca habíamos alcanzado una final juntos, creo que siempre hemos hecho un buen papel. En las dos anteriores llegamos a las semifinales.
Con 5 txapelas en la vitrina se puede decir que es un pelotari experimentado, ¿lleva bien la presión de estos días?
Al final la presión es algo que te lo pones tu mismo. Más que presión siempre hay esa tensión, sobre todo, en vísperas de la gran final. Yo me centro en estar ocupado y en hacer las cosas que hago siempre.
¿Ante un partido tan importante sigue con la misma rutina de entrenamientos o varía?
Al tener dos semanas, tengo más tiempo para entrenar fuerte, pero en líneas generales mi entrenamiento no varía mucho. Al final hemos llegado a la final porque nos hemos sentido bien y hemos hecho unos buenos entrenamientos. Si empezamos a hacer cosas raras, a salir de la rutina, nos puede llegar a perjudicar, y creo que ahora no es el momento para probar cosas nuevas.
¿Cómo se organizan para entrenar juntos?
Al tener el mismo preparador, a veces entrenamos juntos y otras veces, en cambio, por separados. Eso sí, dos veces a la semana entrenamos en el frontón. En general, nos compaginamos bien.