Unai Laso se mostraba exultante tras ganar su primera txapela en profesionales, a la tercera fue la vencida y es el nuevo camepeón Manomanista. Tras llegar a las tres finales este año en su regreso a profesionales, este título es la guinda para un año que va a ser difícil de olvidad para un Unai Laso que entra en la historia de la pelota por la puerta grande.
«No me importa mucho donde vaya la txapela, ya está ganada». «Esta txapela es la recompensa a todo el trabajo que he ido haciendo desde que estuve fuera» «Nunca perdí la esperanza. Tras mi salida de la empresa estuve todo el año entrenando en lugar de hacerme la víctima. No me quedé pensado ¿Por qué me ha pasado esto a mí?, seguí entrenando igual, jugando en aficionados. Creer en mí mismo, en el trabajo que hago cada día, es lo que me ha hecho ganar esta txapela y entrar en la historia de la pelota»
Con este triunfo, Unai Laso pone punto y final a la sequía de txapelas de Baiko Pilota, que llevaba cinco años sin ganar una txapela: «Me alegro mucho por la empresa, que ponen fin a una mala racha en la que Aspe ganaba todas las txapelas. Además, me alegra mucho tomar el relevo de Oinatz Bengoetxea, es un gran amigo y un orgullo para mí»
Pero si algo tiene claro Laso es quien ha estado a su lado en las malas, cuando hacen falta, y eso ha estado, está y estará presente en su cabeza: «Ahora, al igual que en los malos momentos, hay que tener los pies en la tierra, hay que seguir con los tuyos, haciendo el trabajo igual, con humildad y siendo yo mismo». «Me quedo con las personas que cuando yo estaba hundido, fuera de la empresa, siguieron apoyándome y confiando en mí. Por ellos estoy aquí, en ellos pienso siempre y con ellos voy a estar siempre».
«Me habría reído si hace un año me dicen que iba a ganar el Manomanista. Siempre lo piensas y nunca pierdes la esperanza. Por eso todo ese año estuve entrenando en vez de estar haciéndome la víctima de ‘por qué me ha pasado a mí»
También tuvo bonitas palabras para su rival, Ezkurdia, al que mandó ánimos en estos momentos y destacó que ha jugado un gran campeonato.
Respecto al partido, analizó su victoria. «No te esperas este resultado. Desde el principio he estado muy centrado. Sabía que tenía que atrasar la pelota, sacar bien y seguir dándole. Le he anulado completamente y no ha podido hacer su juego. Le he arrimado mucho para que no cogiera la volea, que es su arma fundamental. Psicológicamente muy contento de no ponerme acelerado y estar centrado, eso también está trabajado». «Aunque haya sido este resultado, es muy distinto cómo lo vives, cada pelotazo. Es muy duro»
Las txapela la dedicó a su familia y a los suyos, especialmente a su abuela Corpus, a su preparador físico Egoitz Carrión, a su compañero de piso Aitor Alduntzin y a todos los que me aguantan cada día”. «Ahora toca disfrutar de este momento, que es precioso, y de unas vacaciones que hacen falta»