El delantero de Amezketa acabó tocado anímicamente el partido tras aguantar pitos y abucheos injustificables desde que saltó a la cancha.
En los vestuarios Altuna III estaba enfadado y no le faltaba razón: «Igual en vez de escribir sobre el partido, también podéis escribir sobre el ambiente que hay en el frontón. Me da asco jugar aquí», y no le falta razón, desde que salió a calentar a la cancha tuvo que aguantar un ambiente hostil que está muy lejos de lo que siempre ha sido un público respetuoso.
Desde el principio tuvo que aguantar que la grada alta le silbase y abuchease sin motivo alguno. El ambiente comenzó a ser más duro tras una dejada al contraataque que hizo el delantero de Amezketa, que en la repetición se vio que fue al segundo bote, y los pitos fueron a más en los tantos siguientes.
Celebró con rabia Altuna un tanto mirando al graderío, y la grada se posicionó claramente con sus rivales, incluso animó a Laso sin estar presente. No es la primera vez que le sucede esto a Jokin Altuna, su rivalidad con Laso ha hecho que la grada del Labrit la tomé con él sin un motivo aparente, independientemente del juego. Es normal que le cueste jugar con este ambiente tan en su contra, algo que ya sufrió en sus carnes Olaizola II en el mismo escenario con su rivalidad con Irujo.
Está claro que el Labrit es un frontón especial, lleno todos lo sábados y a reventar en San Fermín, pero hay algo que poco a poco se va tornando raro, este mismo San Fermín ha habido un amago de pelea en el público, vasos caen desde la grada superior y no hay respeto por los pelotaris de la cancha, algo cada vez más alejado del ambiente de la pelota.
Ahora mismo Altuna III es el número 1 indiscutible de la pelota y es una gozada verle en la cancha, se le podrá animar más o menos, caer mejor o pero, pero los pitos y abucheos son injustificados.