La txapela del Memorial Goñi era una de los hitos que Eneko Labaka tenía entre ceja y ceja, una cota importante en su impresionante palmarés que consiguió hoyar en una emotiva fantástica velada que puso fin a la edición más complicada del torneo zumarragarra, al imponerse junto a un buen Sarasa que supo acompañarle a Mata Gascue por 22-15.