Aunque sin record, ha sido una final memorable la disputada hoy en el Madalensoro de Oiartzun, dura, larga y peloteada.
Al menos de momento, no hay pelotari que se haya calado la sexta txapela del Parejas. Olatz Arrizabalaga tenía hoy una cita con la historia de la pelota a mano, pero la gernikarra se ha encontrado a unas grandes Arraiza-Gaminde en su camino al Olimpo de este deporte. Aunque sin record, ha sido una final memorable la disputada hoy en el Madalensoro de Oiartzun – con todo el aforo (800 personas) repleto han quedado unas 200 sin poder entrar –, dura, larga y peloteada – 61 minutos y 524 pelotazos – y, más sólidas al final, Arraiza y Gaminde se han llevado merecidamente las txapelas más trabajadas de la historia. El campeonato más largo ha tenido un final acorde. Es el segundo título para la de Laukiz – el primero lo consiguió con Olatz Arrizabalaga en 2022 en Irun- mientras que la joven donostiarra Arraiza tiene el primero, en su primera final disputada.
La final ha tenido dos partes diferentes. La primera ha sido protagonizada por Olatz Arrizabalaga. A pesar de que las rivales han intentado cargar el juego atrás, la gernikarra ha salido agresiva a la cancha, pasando al ataque cada vez que ha tenido ocasión y acabando muchos tantos. Arrate Bergara también le ha dado mucha garantía desde atrás, a pesar de algunos fallos, aguantando bien el chaparrón de sus rivales. Así las cosas, las favoritas y más veteranas de la final han logrado bonitas diferencias en el marcador, la mayor 10-5 y de cuatro tantos en el ecuador del partido (11-7).
Todo parecía encaminado para que la gernikarra viviera otro gran día, pero el guión ha cambiado radicalmente en la segunda mitad del partido. Para empezar, Arrate Bergara ha perdido cuatro pelotas seguidas, dos de ellas en dos saques sin respuesta, y Arraiza-Gaminde han recuperado el crédito en su victoria. La zaguera de Laukiz ha dominado más y Arraiza, que hasta entonces se había mostrado un poco roma, también ha dado un paso adelante en su juego. La donostiarra tiene una gran zurda y ha demostrado estar en posesión de una gran variedad de posturas a la hora de terminar los tantos dejando magníficos ejemplares.
La final se ha endurecido mucho a partir de ahí y hemos visto empates a catorce y dieciocho. El cansancio ha afectado a los cuatro pelotaris y, como es natural, los errores también se han multiplicado bastante en esa recta final. La pareja más joven de la final se ha adaptado mejor a estas duras condiciones y, logrando los últimos cuatro tantos de manera consecutiva, han conseguido merecidamente las txapelas de este año. El Campeonato de Parejas más largo de la historia ha tenido una final a la altura y ha tenido como campeonas a Arraiza-Gaminde.